Sobre la desvencijada puerta de la ruinosa cabaña perdida al final de la vereda mas pobre de aquel pueblo triste y siempre azotado por la desventura, insiste, persiste y no desiste una maceta colgante donde tercamente florecen unas exóticas orquídeas, como único vestigio de lo que alguna vez fue por muy poco tiempo la mejor casa de aquellos parajes donde la fertilidad de sus tierras y sus generosos nacimientos de agua eran la envidia de cualquier paraíso terreno, cuna de las mas hermosas mujeres de la provincia y de los mas guapos y valerosos hombres... todos ya ausentes, unos vivos, otros no, entre las des hechas paredes a veces se puede escuchar el fantasmagorico canto de un viejo que rasga en su viejo tiple una canción;
__¨ Ya no vive nadie en ella
y a la orilla del camino silenciosa esta la casa
se diría que sus puertas se cerraron para siempre
se cerraron para siempre sus ventanas ...¨
Cada mañana antes de que el sol asome por entre los fríos paramos, Consuelo tapias con sus siete décadas y mas encima toma puesto en la silla mecedora rechinante que adorna el pórtico, hace un par de muecas, entre cierra sus ojos y lanza un suspiro como diciendo a la mañana; ¨aquí estoy, aún no es mi turno para dejar este mundo¨ mientras Salvador pedreros sale a paso lento y arrastrando sus alpargatas de fique haciendo malabares para evitar que se derramen los dos jarros de café recién colado, el cuenta con casi ocho décadas y con esfuerzo logra alcanzarle a Consuelo uno de los dos jarros
__ caliente como a ti te gusta en estas mañanas heladas así tengamos sol._ dijo tratando de ser lo mas amable posible
__ Salvador pedreros,anoche si que tosiste, estoy desvelada desde antes del canto de los gallos, pero se te abona este gesto._ ella apuro un sorbo y miraba la niebla que cubria los paramos y que comenzaba a dispersarse a medida que el calor del sol se hacia mas fuerte.
__ hoy vienen los muchachos de la capital, como cada año por estos días, hay que prepararles sus habitaciones, por eso tan pronto me tome el café voy a comenzar con tiempo pata no tener que correr mas tarde._ decía entusiasmado, se le notaba una sonrisa llena de esperanza
__ No seas iluso viejo, esos desconsiderados no vendrán hoy, ni mañana, los años si que te han golpeado con furia... ¿ya te olvidaste que Gonzálo el mayor se fue de bandolero y lo mataron dos años después en el páramo del suspiro? ¿se te olvidó que Tomás murio en aquella pelea de cantina por los favores de la puta mas buscada del pueblo? esos dos mal agradecidos hijos tuyos dificilmente saldrán de sus tumbas el día del juicio... solo te quedan Lorenzo y las niñas._ ella apuro de nuevo otro sorbo de café mientras el decía;
__ tu nunca quisiste a nuestros hijos varones, como los dos mayores ya están muertos y el menor está en la capital donde es abogado, a ese es al que espero porque se que hoy si va a venir, no son como las vagabundas de la Florencia y la Magnolia, que se largaron con el primer pata pelada que paso por la vereda... ¡esas si que son unas mal agradecidas contigo y conmigo! tuvieron los privilegios que los varones no, les diste tus aretes y aderezos de oro que llevaste el día que nos casamos en el pueblo, de seguro hace años se perdieron en la primer casa de empeños por unos cuantos pesos para mitigar el hambre,`porque se muy seguro que esos dos buscones de la mierda las dejaron botadas en el primer burdel que encontraron luego que consiguieron de ellas sus encantos...¿acaso ya olvidaste la forma en que tus dos luceritos celestiales te dijeron que se largaban de este pueblo miserable?..._
___¡Calla maldita sea!... justo tenías que venir a dañar nuestro aniversario de bodas con estas recriminaciones...quiero que sepas que ya te odio, que lo hago desde hace doce años, hoy voy a decirte que mi padre nunca te quiso como mi marido, hoy te digo de una vez que Lorenzo no es tu hijo,.. tampoco las niñas, así que tu verás si te revientas de la ira, tu veras si te muerdes la lengua, desde hace años me das asco._
Salvador pedreros respiro hondo y sosegado, se alejo de ella con calma y en silencio, trato de no arrastrar sus alpargatas lograndolo a medias, caminaba decidido hacia el costado derecho de la casa que lindaba con un profundo barranco y se detuvo a la orilla
__¡Ay Consuelo! siempre supe que tenias amorios con el vecino mientras salia a trabajar en las haciendas, no dije nada, todos me tomaban por un cobarde... ¿quieres saber en que parte de este barranco se despedazo tu amante hace treinta años? los otros tuvieron suerte porque eran soldados de paso... si mujer, lo supe todo el tiempo, solo esperaba el día en que me dijeras por fin que te daba asco y mira el día que elegiste, nuestro aniversario numero cincuenta._ y sin mas ni mas, se aventó por el barranco aquella mañana pletórica de sol.
