viernes, 8 de septiembre de 2017

LA EMBOSCADA

Sabia muy bien cual era el precio de todas aquellas locuras de juventud,tantas mujeres que había enamorado, de todos los tamaños desde las que tenían los dulces 15 hasta las que estaban muy cerca de los 60 (siempre y cuando fueran hermosas, amorosas y bien presentadas) A todas las deslumbraba con sus increiblemente sencillas pero elegantes palabras, conocía todos los detalles de como enamorar hasta la mas frígida de las mujeres... oh si, casanova resultaba ser un torpe galán de tres centavos al lado suyo, gracias a sus habilidades, hizo que una madre superiora y seis monjas dejaran sus hábitos de muchos años por seguirle en las más locas y ardientes aventuras amorosas que escandalizarían al mismisimo marques de sade. Todas las mujeres que le conocieron en sus décadas de esplendor solo decían de el que era el demonio mas bello y fogoso que jamás llegarían a conocer y que si se volviera a repetir la historia no dudarían en volver a seguirle, todas eran consientes que las dejaba abandonadas casi desnudas en los mas solitarios parajes, era un descarado sin verguénza... ¡pero como lo habían disfrutado! el y solo el sabía como llevarlas al paraíso, cuando recordaban aquellos momentos, siempre sonreían, incluso ahora que parecía llegarle el hasta aquí a sus aventuras debido a la implacable persecución y captura por parte de energumenos padres y ofendidos novios, maridos y vividores celosos, ellas estaban dispuestas a salvarlo, por vez primera en la enorme plaza donde le cortarían la cabeza, entraba como una turba sin control todo un batallón de mujeres de todas las edades, de todas las razas, armadas de palos reclamando la libertad del hombre de sus sueños, la mas poderosa guardia fue débil ante el decidido empuje de aquellas frenéticas mujeres que escaparon con el llevandolo en hombros como torero que ha cortado las orejas y ha realizado la mejor faena de la tarde y lo soltaron a mucha distancia de su cautiverio. __Esta fue por el recuerdo, el mas dulce de los recuerdos de los viejos tiempos, muchas de nosotras ya te superamos otras no, esta emboscada fue para darte las gracias por habernos hecho muy felices._ decía una de ellas mientras las más jovenes le caian encima a besos

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